viernes, 11 de septiembre de 2009

Regalo.

Porque la vida es un regalo...
¡Hay que festejarla!

Pasen y vean... un pedacito de mí

domingo, 30 de agosto de 2009

Soporte.

"Viernes 1 de diciembre de 2006.
¿Escribir?
¿Para quién?
¿Para vos?
¿Por qué no?
¿Mostrarme?
¿Un poco más? ¿Sólo un poco?
¿Y si me muestro sólo lo que puedo?
¿Hasta dónde querés que me muestre?
¡¿Tanto?!
¿No será demasiado?
¿Y qué podría pasar?
¿Quién sabe?
¿Qué hacés acá justo ahora?
¿Qué veo en vos?
¿Qué busco en vos?
¿Y qué encuentro?
¿Qué puedo darte?
¿Cuándo podré mirarte y mirarte?
¿Sabré agún día por qué hago eso?
¿Qué cosa?
Escribir.
¿Para quién?
¡Ja!
¡Para vos!

PD: No preguntes."


Mi primer incursión en esto de las redes sociales en Internet, fue por allá por diciembre del 2006 y lo que acaban de leer es lo primero que publiqué en un foro sin saber muy bien de qué se trataba Mundo Nómades, así es que las preguntas, indudablemente dirigidas a una única mujer, aparecieron en la categoría "Soporte técnico" (o algo así). Por supuesto, nadie entendió nada...
De todas maneras fui bienvenido y tuve buena participación hasta la desaparición definitiva del foro.

Después llegó el blog... También sin tener una clara idea de qué iba a escribir. Una cabal prueba de ello es mi primer post desde wordpress.

Han pasado dos años...

En el camino he publicado mucho de mí...
Tanto que creo me conocen mejor quienes siguen el blog que más de muchos con los que estoy todos los días.
Se han ido acercando personas interesantísimas, muy ricas, personas con las que difícilmente hubiéramos entablado alguna relación si nos cruzábamos personalmente... Además del hecho que es realmente imposible que eso suceda.
He ahí la magia del blog.

Sólo me queda agradecer cada vasita y comentario esperando que lo hayan disfrutado...

Y que lo sigan haciendo.

Un Abrazo.

domingo, 23 de agosto de 2009

Preguntando.

¿Qué?
¿Cómo?
¿Cuándo?
¿Dónde?
¿Por qué?

¿Cuál es la mejor pregunta?
¿Cuál es la menos importante?


martes, 18 de agosto de 2009

Dilema.

Éste es un post distinto a los que los tengo acostumbrados.
Hace unos días, un amigo me comentó un planteo muy peculiar y concreto que le hicieron. A saber:

Ella: muy bonita mujer de más de 35 y menos de 40 años. Profesional exitosa con muy buen pasar económico. Sola, aunque cuenta en su haber con un par de historias largas ya terminadas.

Él: aproximadamente de la misma edad, padre de dos hijos, divorciado y un etc. que no hace a la cuestión.

Ellos: amigos de toda la vida que viven a más de 1800 km el uno del otro.

El planteo: ella quiere tener un hijo. No habiendo encontrado aún al hombre para que la acompañe en su vida y habiendo evaluado distintas opciones para concebir un embarazo, decide pedirle a él, que sea el padre biológico. Esto es, fecundarla por el método tradicional bajo la sola condición de renunciar a la Patria Potestad sobre el futuro hijo.

Ahora ustedes:
¿Qué opinan? ¿Qué resolverían? ¿Cómo?

Aclaración: yo tengo mi opinión ya formada con respecto a este caso, de hecho, ya se la di al susodicho en cuestión. Opinión que publicaré más adelante porque quiero que me den la vuestra sin la más mínima influencia de mi parte o la de cualquier otro.
Es por eso que esta vez, los cometarios serán moderados con el fin de publicarlos todos juntos una vez que hayan respondido unos cuantos y entonces ahí, continuar con el debate de ideas.

Un pedido: por favor, inviten a opinar a todos aquellos que ustedes consideren serían capaces de enriquecer el debate. Ya saben, serán bienvenidos.

Acá los espero.
Un abrazo.

Actualización 20 de agosto de 2009
En principio, mi respuesta es negativa.
Me resulta una egoísta crueldad traer un hijo sin padre a sabiendas. Si bien el chico podría saber cuando quisiera quién es el padre, ese padre (y su madre también), ha decidido su ausencia de antemano.

Lo único que me hace dudar un poco, muy poco en realidad, es el hecho de la entrañable amistad. Es decir, antes que la inseminación de cualquier perfecto desconocido, tal vez fuera mejor la del amigo de toda la vida. Pero no, no me cierra.
Además, también entran a jugar los hijos que él ya tiene...
No, demasiado complicado para mucha gente.

Y la verdad, no tengo ni idea cuál sería la mejor manera de resolver la maternidad de esa mujer, porque en todo caso, caemos siempre en lo mismo: un hijo sin padre desde un principio.

viernes, 7 de agosto de 2009

Playa Bonita



Hoy estuve en playa Bonita.
Un lugar al que voy con mucha frecuencia. Guardo en él, escondido entre las piedritas blancas, muy bonitos recuerdos.
No había nadie.
Completamente solo en ese maravilloso lugar.
Mucho viento, mucho frío, pocas nubes, mucho sol.
Extraña sensación del viento helado golpeando en mi cara caliente por el sol.
Desde el momento en que decidí ir, apareciste en mi recuerdo.
Y sonreí.
Me hubiera gustado que estuvieras acá.
Te extrañé.
Y sonreí.
Como siempre me pasa cada vez que te recuerdo.




miércoles, 29 de julio de 2009

Ana

Ella iba con paso raudo hacia la cocina. Vaya uno a saber con qué cosas en su mente.
Sin preámbulo le dije:

_ ¡Ana! ¿Cuál es el sentido de la vida?

Necesitó sólo tres segundos.
Uno para escuchar.
Otro para pensar.
Un último para resumir la respuesta en sólo una palabra.
Mirándome a los ojos...

_ ¡Disfrutarla!

Sin más, continuó su marcha con vaya uno a saber con qué cosas en su mente.

Ana cumple hoy siete años.

viernes, 24 de julio de 2009

Plan.

plan.
(De plano).
2. m. Intención, proyecto.

He tenido planes que me parecían perennes. Luego aprendí que lo mejor es hacer planes con lápiz, fácil de borrar para corregirlos sobre la marcha.
A partir de entonces, he transitado muy diferentes caminos, incluso por aquellos que “sabía” jamás volvería a recorrer. Y fue así que mastiqué el amargo sabor del fracaso, la frustración, la desazón total…
“¡¿Qué hago acá?! No quiero, no merezco esto, pero… ¿Qué hacer?”
Seguir. Avanzar. Continuar con la búsqueda.
Y me fui.

Me he asomado a nuevos destinos, totalmente desconocidos para mí. Ningún lugar me resultó familiar. Todas las caras fueron nuevas. No reconocí ni una voz. Nadie sabe quién soy.
Por primera vez en mi vida estuve solo.
Todo un desafío… No es fácil conciliarse con nuestra soledad.
Trabajé en sitios y actividades que no hubiera imaginado nunca. Y disfruté el aprendizaje. Caminé cantidades indecibles de kilómetros. Pedaleé otros tantos. Conocí nieves, montañas, bosques, pedreros, lagos, cascadas y arroyitos plan B.
Y me regocijé.

Conviví con personas provenientes de todo el país y el mundo, cosa imposible que sucediera en Bahía Blanca. Mejoré muchísimo mi inglés y balbuceé mis primeras palabras en portugués, alemán y francés. En este entorno, destaco tres puntos fundamentales de intercambio: el idioma, la comida y la música. Maravilloso.

Son casi dos años desde mi última partida de aquella ciudad que me vio crecer, que nunca me gustó, que nunca alcancé a querer, de la que siempre me quise ir… Ciudad de planes perennes.
Durante este tiempo he ido gestando mi próximo plan: viajar por Europa, trabajando, recorriendo pueblitos, esquivando capitales y grandes ciudades, visitando amigos… Durante alrededor de dos años, tiempo suficiente para ir delineando el siguiente plan que, a priori, es volver a Bariloche, aunque sea de paso, a re-transitar este maravilloso lugar que significa un verdadero hito en mi vida.
El periplo incluye, como mínimo, pasar por los siguientes lugares:
Primero, antes de salir del país, pasar necesariamente por Bahía Blanca, luego Mar del Plata, Buenos Aires y puede que por aquel maizal.
Después vendrán Aveiro, Portugal; todo el interior de España hasta llegar a Costa Brava a orillas del Mediterráneo; Principado de Andorra; L’aber Wrac’h y Lannilis, corazón bretonés en Francia y por supuesto, ubicarlos a Marion y Guillaume con su hijito Merlín (¿no les parece genial el nombre?). Y Wendlingen, Alemania. Tal vez Escocia, Irlanda, Suiza y quién sabe dónde más…
Y para ustedes… ¿Cuál es el plan?

jueves, 9 de julio de 2009

Pequeñas libertades.

Hace poco escribí que la libertad me resulta muy parecida a soledad.
Es que vivir solo tiene esas pequeñas ventajas cotidianas que hacen que valga la pena. A saber:
* Comer lo que quiero, preparado a mi manera, con los condimentos que más me gustan, a la hora que quiero, si quiero.
* Gastar el mucho o poco dinero en lo que considero más urgente o importante sin tener que justificarlo de ningún modo más que de aquel que me convenza a mí mismo. Créanme, tengo un talento envidiable para conseguirlo. O tengo el sí fácil. No sé.
* Andar en patas y en medias por toda la casa. Incluso por el patio si es necesario. Sin la menor culpa y sin el más mínimo ejercicio de mi paciencia.
* Salir de mi casa a cualquier hora sin avisar a dónde ni a qué voy; vestido así, como se me da la gana. Ni a qué hora pienso volver. Y una vez fuera, sin preocuparme porque me estén esperando.
* Tomar todas las decisiones sólo por mí y para mí, siendo yo el único responsable de las consecuencias que de ellas resulten, sabiendo que las mismas no afectarán a nadie más.
* Ordenar la casa (o no) como a mí me gusta o según tenga ganas.

La lista podría seguir.
Elegir vivir así (sí, hoy elijo hacerlo, hace algunos años, al separarme, no tuve opción) te deja definitivamente solo.
Y créanme, vivir en soledad no tiene nada de malo. Lo disfruto bastante. Sólo que a veces (sólo a veces) me pregunto…

¿Cómo canalizar la capacidad de amar?

martes, 26 de mayo de 2009

.

El silencio como toda respuesta.
Contundente.
Incuestionable.
Inapelable.

Ahora andate.
Que te vaya bien.

¿Que les pasa a ustedes con el silencio? Cuéntenme.

lunes, 27 de abril de 2009

Tuviste que preguntar

Mi relación con las preguntas es peculiar.
Por un lado, las preguntas abiertas me resultan sumemente interesantes, libres, creativas, enriquecedoras al diálogo, simples, productivas, descubridoras, nutritivas.
Y por el otro, las cerradas, que me molestan porque creo y sostengo que no son sinceras, son más bien un mediocre intento de corroboración de nuestros también mediocres prejuicios, son irresponsables, cobardes y, a veces, forzosas y manipuladoras. Es inevitable para mí reaccionar con indisimulado rechazo ante una de éstas. Por supuesto que no me refiero a las preguntas del tipo: ¿Hoy es lunes? (sí/no/no sé). Por favor, seamos serios. Gracias.

Ahora bien:
¿Cuáles son las implicancias de responder tu pregunta cerrada?
Tuviste que preguntar..."¿Te gustaría que me quede?"
Respondí.
Y me alejé.
Hoy mi respuesta sería muy distinta:
"Date cuenta."
E igualmente me alejaría.

¿Qué les pasa a ustedes frente a las preguntas?

domingo, 22 de marzo de 2009

Todo este tiempo.


Laguna Jacob - Refugio Gral. San Martín (02/12/2008)

Durante este tiempo de ausencia en mi blog estuve muy ocupado atravesando situaciones totalmente nuevas para mí. Algunas muy agradables, otras no tanto y las menos, realmente frustrantes. Todas enriquecedoras.
Aprendí, y mucho.
Aprendí a hacer tan rico pan que ya puedo prescindir de la panadería. Riquísimas galletas de avena ideales para travesías de montaña y para regalar.
Que el Plan B puede resultar tan bueno o mejor que el A. El refugio López me lo confirmó.
Que el Hombre Soda no es para cualquiera. Que no, no insista, he dicho que no es para cualquiera.
Que cinco horas de lluvia helada en la montaña son insuficientes para engripar a nadie, indistintamente del género, la edad, el nivel socio-cultural o la condición física del individuo sometido a tal inclemencia. Eso sí, no pare de caminar, que se hace de noche y ahí lo quiero ver.
Que la luz plana existe amigos, y es mala.
Que aquello de que “nunca es tarde cuando la dicha es buena” es una boludez. Créanme si les digo que llegué a la montaña por lo menos 20 años tarde.
Que acá también se confunde “buena onda” con onda fácil.
Que la estupidez humana desconoce cualquier cota de altitud.
Que un diente no se parte así nomás. Un buen método para lograrlo es intentar una proeza física en un estado de ebriedad, digamos, medio.
Que los perros son felices en la nieve.
Que el ski es más sofisticado que el snowboard.
Que
el comportamiento de la rosa mosqueta en éstos pagos resulta sumamente llamativo para los científicos alemanes. Me quedé con ganas de ser testigo del trabajo de campo de esta gente.
Que no me interesa que me cuentes toda tu vida, prefiero que me muestres quién sos.
Que la libertad me resulta tan parecida a la soledad.
Que puedo extrañar (extrañarte, extrañarlos, extrañarlas) sin sufrir.
Durante todo este tiempo de ausencia en mi blog aprendí también algo fundamental: que soy un eterno aprendiz.

Afortunadamente.

Hasta la próxima.

lunes, 16 de marzo de 2009

Ahora sí.

Señoras y señores, pasen, vean, toquen y escriban lo que se les dé la Real y Soberana gana.
¿Para eso vinieron, no?

Antes que nada, los invito a escuchar algo que hacía mucho tiempo no escuchaba... ¿Me acompañan?




El bar está desordenado, es cierto, pero sírvanse lo que encuentren...

Ustedes se estarán preguntando... ¿Y éste, para cuándo con alguna mísera novedad?
Calma, calma... Beba con calma, que después durante casi un año de ausencia he recolectado varias nuevas experiencias y, de a poco, les iré contando.
¡Ah! ¿No se estaban preguntando nada?
Bien, son menos predecibles de lo que pensaba. Y eso me agrada.

A modo de simple adelanto y mientras ordeno un poco mejor el bulín, puedo compartir con Uds. una de las imágenes que tomé el 21 de diciembre del 2008, justito el día anterior al comienzo del verano, cuando me sorprendí con una leve nevada.

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Hasta muy pronto.