martes, 22 de abril de 2008

Ventajas

Hablar de las ventajas que nos ofrece Internet para poder comunicarnos con gente sería ocioso. Inclusive lo sería indicar que uno puede hacer uso de esas ventajas para “reencontrarse” con personas que no ve desde hace mucho, mucho tiempo.

Así fue como nos pusimos a hacer memoria de aquellos tiempos lejanos, cálidos, lúdicos, inocentes…

Pero el fondo del baúl de los recuerdos nos depara situaciones inesperadas.

Uno se mete tranquilamente, revuelve, saca cosas y momentos haciendo alarde de “buena memoria” recordando detalles infinitesimales hasta que de pronto…


aquellaamigadelainfancia@hotmail.com dice:

que recordas de como era yo de chiquita..?

aquellaamigadelainfancia@hotmail.com dice:

abro el paraguas..?

MrHalls dice:

aquellaamigadelainfancia@hotmail.com dice:

a ver

aquellaamigadelainfancia@hotmail.com dice:

“oigo”

MrHalls dice:

nada… la verdad que no recuerdo mucho

MrHalls dice:

no sé, es raro que recuerde tan bien ciertos detalles…

MrHalls dice:

voy a hacer mate

MrHalls dice:

blam!


¡Y salí corriendo con la excusa de hacer un mate!

Ella fue por un café.

El MSN tiene sus ventajas…

sábado, 5 de abril de 2008

¡Te vi!

Miércoles 4 de abril de 2007.

Estabas ahí, correteando por el pasillo del bus.Un minuto después… Nuestro primer abrazo cogote a cogote. Y esa “corriente” que no supimos resolver en ese momento. Creo que sabíamos que ya tendríamos nuestra oportunidad.

Y la tuvimos, por cierto.La tuvimos porque la supimos esperar, la supimos crear y… ¡¡Disfrutamos tanto en el proceso!!

Vinieron el shopping, el coquito coquito, la farmacia, la misa, la tía Bety, la comida casera de la mano de la rana choclera, el danette gate, el incidente con los federales, los bollitos con crema, el millón de cornalitos, la desaparición de la cucharita, y risas… ¡¡Tantas risas!! Y un asado inolvidable, con un fuego insuperable…

Otro viri-viri: Y usté cuánto más se me va a demorar?

Aparecieron las medias rayadas…El inolvidable “Y usté cuándo…?”

Y una fiesta que se arma en tres minutos.Las siete llaves y eso es… Eso es… ¡¡Es olor a asado!!

Las estrellas y la luna llena como únicos silenciosos testigos.Aquél miedo que ya no está.Termodinámica prestada por partes.La oruga mateando en la cocina.Es hora de volver, pero… “Tiene un tema ahí”

También llegó el mejor de todos los besos que di y recibí… Justo al momento de tu partida de regreso.

Si hoy busco entre mis recuerdos más felices, esos cuatro días aparecerán… Sin dudas.

Gracias.

domingo, 23 de marzo de 2008

Sólo unos pocos elegidos…

El grupo: Numeroso, variopinto, heterogéneo, ecléctico… Todos con alguna capacidad más o menos encubierta, todos con alguna limitación imposible de disimular, todos con un toque de neurosis casi pintoresca (alguna que otra manía, fobias que no sorprenden ni limitan, alguien exhibiendo su veta serial… “Lo normal”, bah…)

Laura, Claudio, Mariela, Pablo, Cintia, Virginia y yo personificando a Tony (todos pseudónimos para preservar identidades) (?!)

El lugar: Lago Nahuel Huapi, Playa Bonita.

El clima: Increíble, cielo totalmente despejado, luna llena, sin viento y un poco de frío… no mucho, pero frío.

El equipaje: una cerveza, un buen vino y la guitarra.

El motivo: Sobremesa en el lago.

La actividad: Nada del otro mundo. Apoyar culo en piedras y charlar. Las infaltables piedras arrojadas al lago... Incluyendo a las que nunca llegaron al agua. Risas relajadas y sinceras, espontáneas. Dejar que el tiempo simplemente transcurra. Disfrutar incluso el silencio. Un silencio largo, tranquilo... Que nadie propuso pero que todos aceptamos con gusto. Un silencio cómodo que cada uno recorrió vaya uno a saber por dónde y con quién... Silencio que todos supimos disfrutar.

De pronto alguien se dio cuenta: “Somos unos grossos... Si estamos acá es porque lo merecemos, nos merecemos este momento único” Y yo sonrío creyéndome que merezco la compañía de ustedes... Y no es poco.

Pintó el frío. La Colo insistió, perseveró y actuó. Se apareció con unas cuantas ramitas. Pablo cedió una factura de no sé qué compra. Y yo aporté de mi encendedor el equivalente a un fósforo. Varias escapadas hasta el cementerio de maderitas y el anuncio de Cintia: “Es oficial que no nos pensamos mover de acá”. El fuego está en marcha.

¿Qué más podíamos pedir?

Ah... Sí, que Laura no cante.

Y fue lo que imploramos todos. Pero fue inútil.

Y fue así que decidimos volver.

Ya eran las cuatro de la mañana...

De una noche inolvidable.

Gracias.

sábado, 26 de enero de 2008

Recuerdo.

Silencios locuaces.
Diálogos.

Evidentes entre líneas.

Abducción.

Risa plena.

Viaje al Sur.

Ruido a maderitas.

Olor a asado.

¿Y usté cuándo…?

Cerrajería.

¡Súper agente 86!

Cuidados los dos.

Viajes al Norte.

Llamadas diarias.

Lectura de a dos.

Efímeras certezas.

Razonables dudas.

Ojos en los ojos… Y en la luna llena.

Piel.

Olor.

Buen vino.

Torta.

Almíbar.

Jugar.

Transitarte al borde de la ablación.

Seguir ateo… Y conformar un cónclave.

¡Habemus Papa!

Y festejar.

Sigo sin tener nada.

Y este negro sigue contento.

Y sí…

A veces me pasa que…

Recuerdo mi helado y…

Te extraño.

Y sigo contento.