Tres años... Parece que han sido suficientes.
Antes de fin de mes, partiré nuevamente hacia nuevos rumbos.
A trabajar en la montaña, en lugares que aún no conozco y que sé me van a gustar...
Un verano en la montaña. El privilegiado placer de trabajar haciendo lo que a uno le gusta, donde a uno le gusta. Será cuestión de disfrutarlo entonces.
Luego vendrán los siguientes pasos, los necesarios para llegar a Europa antes del próximo mayo.
Y después, después...
¿quién puede saberlo?